ESPAÑA, EUROPA, GALICIA, Sin gluten

FERROL con Cedeira y Valdoviño.

De Santiago a Ferrol fuimos en bus, casi 10 € por persona. El paisaje tras el cristal, bonito la verdad. Ya en Ferrol, nos vinieron a recoger para pasar unos días en Narón, en una casa familiar. Llegamos por sorpresa para una parte importante, así que fue un momento precioso.

De Narón no vimos mucho, pero si alquilamos un coche para ver los alrededores.

La primera parada fue en VALDOVIÑO y su playa de A Frouxeira. Al ser octubre había poca gente paseando y se estaba de lujo. Hay un paseo que te lleva hasta otras playas.

Si quieres pasar unos días en esta zona y disfrutar de sus playas, sobre todo en verano, te recomiendo alojarte en una de las casas que ofrece la web casas rurales.net

En la zona de Valdoviño mi familia ha estado varios veranos, y una de las casas elegidas fue Casa Rural Pantin. Esta muy cerca de la playa de Pantin, una de las cinco mejores playas para practicar surf y también una playa familiar. Eso si, el agua es para valientes.

La siguiente parada fue en otra playa donde vimos gente practicando surf y donde había personal de seguridad para evitar la pesca furtiva. Es una pequeña playa pero con mucho encanto.

De aquí ya fuimos a CEDEIRA. Es una preciosa localidad marinera. Su playa es muy tranquila y tiene un paseo marítimo por el que perderte muy a gusto.

En este pueblo sin duda entraban muchas ganas de quedarse a pasar unos días.

Veníamos a comer a un restaurante que Rubén ya había visitado en otra ocasión, el Meson Muiño Kilowatio, donde tienen raxo y zorza con patatas fritas sin gluten, pero estaba cerrado así que pasamos al plan B.
Fuimos a comer  a la Taberna El Puntal, en VILARRUBE, nos lo habían recomendado y, sin duda, acertamos. Está en la carretera, al pie de una ladera que da a la ría antes de un puente. No hay que perdérselo.

Comimos raciones de calamares (sin gluten), marraxo y secreto, todo de diez. El local y el entorno, también merecen la pena y el precio muy razonable, dos personas, con refresco y copa de vino 25,90 €.

Si quieres aprovechar y dormir aquí, justo al lado tiene también casa rural O PuntalEl entorno no puede ser más bonito.

De camino hacia casa, paramos en el Faro de Meiras, en la punta de Frouxeira, un lugar que merece la pena por el entorno y por los acantilados. El faro es modernista, se construyó a principios de los 90.
De vuelta en casa, disfrutamos de la comida casera,  un pulpo delicioso y caldo gallego y, ya con el estómago lleno, pasamos una velada entrañable.

Por la mañana fuimos a Ferrol a devolver el coche y a ver algo de la ciudad. Intentamos llegar al puerto, pero debido a las obras, acabamos llegando al Museo Naval. Resultó interesante verlo, dentro hay cosas curiosas de la época y unas maquetas de barcos impresionantes.

La historia de Ferrol  siempre ha estado unida de una forma muy especial al mar y su Semana Santa fue declarada de Interés Turístico Internacional en 2014. Es una de las más antiguas de España.


Caminando por la Rua Magdalena o Rua Real puedes ver unas bonitas casas blancas con galerías acristaladas. Son conocidas porque son las primeras construcciones de este tipo en Galicia.

Para los amantes del street art. está el barrio Canido, donde puedes hacer la ruta de las Meninas, pintadas de diferentes formas.

Si quieres tomar unos crepes sin gluten, en el centro está la Crepería-cervecería A Vaca.

A nosotros nos tocaba volver a Narón y cogimos un bus que en pocos minutos nos dejó cerca de casa.  Comimos en familia, y a recoger maletas que tocaba buscar opciones para llegar a Coruña.

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